Es un buen momento para escribir de algo más que sobre reglas en las comunidades de vecinos, problemas de goteras en las zonas comunes o qué impuestos hay que pagar. Hagamos un alto, porque queremos contaros algunas tradiciones y costumbres que tenemos en España en las navidades.
Durante una época tan especial como la Navidad, cada país celebra y vive estas fechas con sus propias costumbres y gastronomía tradicional que, en ocasiones, tiene mucho en común y, en otras, puede resultar completamente diferentes.
Los españoles tenemos nuestras propias particularidades a la hora de disfrutar de estas semanas festivas, que en nuestro caso, nos llevan hasta el 6 de enero. Por si no habías reparado en ello, hoy repasamos algunas de las tradiciones más curiosas de España en navidades. ¿Has incorporado ya alguna?
Montar el belén
Si hay algo que caracteriza la decoración navideña de las casas españolas es el belén. Y es que mientras en otros lugares las luces y los detalles de Santa Claus y sus elfos, sin olvidarnos de la ramita de muérdago, han sido los protagonistas, la tradición en esta tierra ha girado en su mayor parte en torno al belén navideño.
El belén, que representa el nacimiento del niño Jesús en el pueblo de Belén, puede ser de cualquier tamaño, desde el más sencillo con sus tres figuras centrales (El Niño Jesús, La Virgen María y San José) o los más elaborados, que constituyen auténticas maquetas y pueblos en miniatura.
De hecho, la tradición belenista en España ha contribuido a que se expongan en estas fechas numerosos belenes históricos y que acudir con los niños a ver los belenes en distintos espacios culturales y públicos de nuestra ciudad también sea un clásico por Navidad.
El canto de la Sibila
La tradicional Misa del Gallo se oficia en España tras la cena de Nochebuena, para festejar el nacimiento de Jesús. Sin embargo, en Mallorca (Islas Baleares) tienen una tradición todavía más singular relacionada con ese acto religioso. Nos referimos al canto de la Sibila, catalogado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco desde el año 2010.
Se trata de un canto de origen medieval, con melodía gregoriana y sin acompañamiento instrumental, protagonizado por una persona vestida de túnica, con capa y una espada. El canto de la Sibila tiene lugar en distintos templos de Mallorca, aunque los más emblemáticos son los que se celebran en la catedral de Palma y en el santuario de Lluc.
El Apalpador
En las montañas gallegas, sobre todo en la zona de O Courel y O Cebreiro, hay una figura que compite cada año con Papá Noel. Se trata del Apalpador, un personaje navideño que cada año, el 24 y el 31 de diciembre, se acerca a las casas a palpar las barrigas de los niños para comprobar que hayan comido bien durante el resto del año y les deja regalos y un puñado de castañas. Una de las tradiciones populares de Galicia que se ha revitalizado durante los últimos años.
Los Santos Inocentes
Cada 28 de diciembre se celebra en España una fecha muy curiosa: los Santos Inocentes. Durante esta jornada la tradición manda hacer bromas a los familiares y amigos. Su símbolo es un muñeco de papel que representa a la persona inocente que ha caído en la broma que le han tendido.
El origen de esta tradición se asocia a la fiesta de los locos que tenía lugar en la Edad Media entre el día de Navidad y el de Año Nuevo. Se trataba de un día de ambiente carnavalesco en el que se parodiaba a las instituciones eclesiásticas, las gentes se disfrazaban y se cantaban tonadas obscenas.
El Olentzero
A los niños del País Vasco y de Navarra es el Olentzero quien también les deja regalos. Se trata de un personaje que abandona los bosques donde vive para darles regalos a los niños cada 24 de diciembre. Es un carbonero bonachón, algo pillastre y gran amante de la comida y bebida. Otra de las tradiciones que lleva felicidad y alegría a los más pequeños de la casa.
Las doce uvas
Sin duda, una de las tradiciones de las navidades españolas que las convierte en únicas es la de las doce uvas, también denominada la de las uvas de la suerte. Y es que cada 31 de diciembre es costumbre tomar una uva por cada campanada de reloj a las 00:00 horas para recibir el primer día del año y hacerlo invocando a la buena suerte.
Los orígenes de esta tradición se encuentran en el siglo XIX, cuando ya la practicaban algunos burgueses, tomando uvas y bebiendo champán en fiestas privadas, pero se popularizó en el año 1909, cuando se produjo un excedente de cosecha de uva blanca en tierras alicantinas y se lanzó toda una campaña para vincularla a la Nochevieja y expandir aquella costumbre. Y vaya si lo consiguieron.
Roscón de Reyes
Cada 6 de enero el roscón de Reyes no puede faltar en las mesas de los hogares españoles, una de esas tradiciones tan nuestras y que provoca interminables colas en pastelerías y panaderías del país. Y es que tras la noche de Reyes, lo típico es tomarlo para desayunar, como postre tras la comida o a la hora de la merienda.
Esta gran bolla dulce con forma de rosquilla esconde en su interior un haba y una pequeña figura. Quien encuentra el haba en su trozo, debe pagar el roscón, y quien halla la figurita, además de quedársela de recuerdo, tendrá que ser coronado como rey. Por eso se vende el roscón con una corona dorada de cartón.
La lotería del día 22 de diciembre y la del 6 de enero
El 22 de diciembre es un día lleno de ilusión, porque esta fecha se celebra el sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad. Casi todo el mundo quiere participar y, durante los meses previos a la Navidad, las personas compran décimos de lotería que pueden compartirse con amigos o familiares (para repartir la suerte).
El primer sorteo de la Lotería de Navidad se celebró en 1812. Desde 1957, se emite en directo por televisión, y es habitual que la gente lo siga en directo. ¿Lo más emblemático? Los niños de San Ildefonso, encargados de cantar los números agraciados.
Como curiosidad, decir que el 22 de diciembre también es, oficiosamente, el Día de la Salud: de esta forma, las personas que no son agraciadas en el sorteo apelan que, al menos, tienen buena salud.
La Lotería del Niño es, después de la de Navidad, el Sorteo Extraordinario más importante de España.
Antes de convertirse en lo que conocemos hoy, el Sorteo del Niño fue una serie de sorteos que se celebraban ya en el siglo XIX con fines benéficos, para financiar un hospital infantil. La idea fue de María del Carmen Hernández y Espinosa de los Monteros y en 1868 estos juegos eran conocidos como El Niño.