Las nuevas normas, que entrarán en vigor el viernes, se producen en medio de la creciente preocupación por la variante delta, y un gran brote de coronavirus vinculado a las vacaciones de los estudiantes en Mallorca
A partir del viernes, España exigirá a los viajeros británicos una prueba de PCR negativa o una prueba de vacunación completa, debido a la preocupación por la variante delta del coronavirus.
En una entrevista concedida el lunes a la Cadena SER, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, declaró: «La tasa de incidencia acumulada en el Reino Unido ha evolucionado negativamente durante estas últimas semanas. Está muy por encima de los 150 casos [por cada 100.000 habitantes] en 14 días, y por eso tenemos que tomar una precaución adicional con respecto a la llegada de turistas británicos a nuestro país».
El líder socialista (PSOE) dijo que las nuevas restricciones entrarían en vigor «en 72 horas para que los operadores turísticos y los turistas británicos puedan adaptarse a las nuevas normas». En un mensaje en Twitter, la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha Gónzalez Laya, aclaró posteriormente que las nuevas restricciones se publicarían en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el martes y entrarían en vigor 72 horas después, el viernes.
Las condiciones afectarán especialmente a los viajeros a las Islas Baleares, que entrarán en la lista verde de viajes del Reino Unido el 30 de junio. El archipiélago espera recibir una afluencia de visitantes británicos debido a la relajación de las restricciones. El resto de España permanecerá en la lista ámbar del Reino Unido, que exige estar en cuarentena al regresar al país.
Aunque Sánchez se refirió específicamente a las Islas Baleares en sus declaraciones debido al aumento previsto de llegadas de británicos, la medida afecta a los viajes de los ciudadanos británicos a todas las partes de España.
«Vamos a aplicar a los turistas británicos que viajen a Baleares las mismas restricciones que aplicamos al resto de Europa: tendrán que estar totalmente vacunados o tener una prueba de PCR negativa», dijo a la Cadena SER.
Los requisitos descritos por Sánchez para los visitantes británicos no son exactamente los mismos que los que rigen los viajes a través de la Unión Europea: en este último espacio, además de la prueba de vacunación o de una prueba diagnóstica, es posible mostrar un certificado que demuestre la recuperación del coronavirus en los seis meses anteriores. Y las pruebas de antígenos también se aceptan para viajar a la UE.
Para los turistas británicos, hay dos posibilidades: la vacunación completa con una de las vacunas autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento o la Organización Mundial de la Salud, con la segunda dosis administrada al menos 14 días antes del viaje; o una prueba de PCR negativa realizada en las 72 horas anteriores a la llegada a España. Esto supone un cambio en la posición de España, adoptada hace poco más de un mes, cuando se incluyó al Reino Unido en su lista de países cuyos nacionales podían entrar libremente en el país.
Esto sitúa a España en una posición intermedia entre lo que tenía hasta ahora (acceso sin restricciones para los viajeros británicos) y lo que quieren otros países europeos como Alemania: una cuarentena obligatoria para los pasajeros británicos que entren en cualquier territorio de la UE, restricción que ya aplica Alemania. España rechaza abiertamente esta iniciativa porque dañaría aún más su deteriorado sector turístico.
El resto de España seguirá en la lista ámbar del Reino Unido. Los pasajeros que lleguen de países de la lista ámbar deberán permanecer en cuarentena en su casa o en el lugar donde se alojen durante 10 días, y además deberán someterse a una prueba de Covid-19 el segundo día o antes y el octavo día o después. También se requiere una prueba antes de viajar.
El anuncio de las nuevas normas de viaje se produce en medio de la creciente preocupación por la variante delta del coronavirus, que representa el 90% de los casos en el Reino Unido y, según el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades, se prevé que represente el 90% de todas las infecciones en Europa a finales de agosto.
Según el último informe del Ministerio de Sanidad sobre las variantes, la cepa delta es responsable de menos del 1% de los casos en España, pero los expertos advierten que estos datos están desfasados, ya que pueden tardar hasta cuatro semanas en secuenciar las nuevas infecciones.
La decisión también se produce mientras España lucha por contener un brote de coronavirus relacionado con las vacaciones de estudiantes en Mallorca, en las Islas Baleares. Hasta ahora se han detectado más de 800 casos en nueve regiones y más de 2.000 personas están en cuarentena. La semana pasada, la tasa de incidencia del coronavirus aumentó por primera vez desde el 26 de abril. El viernes, el número acumulado de 14 días de casos por cada 100.000 habitantes se situaba en 95, frente a los 92,25 del martes.